domingo, 9 de febrero de 2014

Oraciones impersonales.

Recuerdo esta foto como si fuera ayer el día que la tomé. Fue el día de mi décimo cumpleaños, en el que llovió todo el día. En esta foto se ve cómo la gente aligeraba el paso para así no mojarse demasiado.
Me regalaron mi primera cámara de fotos, era de las buenas, de las que vale la pena comprar.
Esta fue la primera foto que hice con mi estupenda cámara.
Mi cumpleaños se celebró en el bar de mi tío Juan. Comimos tarta, chucherías y refrescos hasta hartarnos. Fue un buen día. Asistieron casi todos mis amigos de clase, mis tíos, mis abuelos, mis primos y por supuesto, mis padres.
Después de comer, jugamos al escondite, pero al poco tiempo de empezar el juego, se puso a llover intensamente. Todos se fueron a sus casas, menos yo. -Hace mucho frío será mejor que nos vayamos a casa. me dijo mi madre. Yo, le respondí que me iba a quedar en la calle, y ella me dijo que hiciese lo que quisiera pero que intentara no mojarme mucho. Así que me quedé allí haciendo tantas fotos como mi lujosa cámara me permitió. A las pocas horas, ya había hecho tantas fotos que la cámara no me dejaba hacer más. Todas las fotos que hice eran mas bien malas, pero eso no me importaba, yo pensaba que con el tiempo mejoraría.
Y aquí estoy, crecí y he conseguido ser un fotógrafo profesional, aunque siempre queda algo por aprender.

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