Las mellizas.

Un bonito 3 de marzo, nacieron dos mellizas, Isabel y Ana.
 Isabel, era una niña preciosa, con el pelo rubio liso y unos labios carnosos, pero lo que le caracterizaba eran sus ojos, unos ojos enormes, de un color azul cielo, con unas pestañas negras muy largas.
Ana, era una niña como otras muchas, con ojos marrones pequeños y un pelo castaño oscuro.
Isabel, tenía muchísimos amigos, gracias a su carácter, pues era una chica educada y simpática, pero Ana era gruñona y envidiosa, por lo que no caía muy bien a los demás. Esta gran diferencia le atormentaba pues pensaba que a todos les caía mejor Isabel por sus grandes y bonitos ojos y su preciosa cara.
Un día Isabel quedó para salir con sus amigos, los cuales no dejaron que Ana se fuera con ellos, cosa que hizo que se quedase en casa sola, pues sus padres no estaban y con mucho tiempo para pensar. En este tiempo, Ana pensó en por qué no le habían dejado salir con ellos, no paraba de pensar que su hermana, tenía toda la culpa, pensaba en que si Isabel no tuviera esos bonitos ojos y esa preciosa cara la preferirían a ella. Tanto pensó que se obsesionó, y llegó a la locura. Lo que Ana quería era vengarse de su hermana.
Cuando Isabel llegó a casa, encontró en su cuarto a su hermana colgada de una cuerda, ahorcada, con múltiples heridas por todo su cuerpo. Al ver tal imagen, Isabel se arrancó los ojos para así no ver esa horrible imagen de su querida hermana.
Y fue así, como Ana consiguió arrebatarle lo más bonito que su hermana tenía, sus preciosos ojos azules.