miércoles, 13 de noviembre de 2013

Educación para la ciudadanía. Microrrelato.


LO BUENO, PRONTO ACABA.
 
 
 
La semana más maravillosa de nuestras vidas transcurrió demasiado deprisa.
La primera semana de casados, en la que todos los días nos intercambiábamos innumerables 'te quiero', miles de besos y centenares de caricias, pero, todo lo bueno se acaba ¿no?
Un mes después de nuestra boda él seguía en paro y la mayor parte del tiempo lo pasaba sentado en el sofá con una cerveza en la mano y yo trabajando diez horas diarias en una oficina.
En casa estoy 4 horas en las que me tiene que dar tiempo a limpiar, tender, lavar, fregar, planchar, hacer la comida...
No importa, alguien tendrá que hacerlo, si no lo hago yo, ¿quién lo hará? me decía a mí misma para consolarme
 
Un día le pregunté a mi marido si me ayudaba a hacer la colada pues estaba muy cansada, éste me respondió con una bofetada y luego dijo:
-¿cómo te atreves? Eso es cosa de mujeres, para eso ya estás tú.
 
Al día siguiente le volví a hacer la misma pregunta, y esta vez me dio un puñetazo en el estómago y luego me dijo que él era el hombre de la casa y que yo era la que tenía que cubrir sus necesidades.
 
Hoy le he vuelto a hacer la misma pregunta, pero esta vez, me ha golpeado una y otra vez en diferentes partes del cuerpo. Y aquí estoy, tirada en el suelo, con la boca ensangrentada y supongo que algunos huesos rotos, usando la poca fuerza que me queda en escribir estas palabras.
 

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